Realizado en una morada del siglo XVIII en el corazón de París y repartido sobre una superficie de tres mil metros cuadrados, de seis pisos de altura, este proyecto faraónico va más allá de los confines clásicos del gimnasio, multiplicando los espacios. Un restaurante unido a un sublime jardín de invierno, una piscina de granito, un cine confidencial y un gimnasio de muy alta tecnología lo convierten en el club más atractivo de París. Los vestuarios se realizaron con el acabado Lava y los armarios con puertas en diagonal.
París, Francia
arq. Hugo Toro, Maxime Liautard